Cada día sabemos más y entendemos menos. Albert Einstein

martes, 25 de mayo de 2010

Los Periodos Sensitivos

Existen momentos en los que resulta más fácil y natural educar ciertos hábitos, ya que los niños se encuentran especialmente predispuestos. Educar conociendo estos datos y potenciándolos se llama Educación Temprana: actuar en el mejor momento. Esos momentos son, precisamente, los Periodos Sensitivos del desarrollo.

Los Periodos Sensitivos suceden una sola vez en la vida y desaparecen con la edad adulta, es decir, alrededor de los veinte años en los seres humanos. Su duración es muy variable y no se adaptan a una regla fija. Pueden durar unos meses (“el afán por andar”), hasta más de diez años (“el placer de repetir”), pero la intensidad no es constante.

Los animales irracionales viven Periodos Sensitivos de forma automática, no pueden oponerse a ellos ni modificarlos. En las personas es la voluntad la única que puede anular su efecto o modificarlo.

El aprendizaje favorecido por los periodos sensitivos queda reflejado en hábitos que más tarde, si tienden al bien y son queridos por la voluntad, se convertirán en virtudes. De aquí se deduce la conveniencia de orientar los Periodos Sensitivos hacia la adquisición de hábitos positivos durante los primeros años, como medio de cimentar los principios de las virtudes humanas.

Las personas, igual que los animales, también tenemos Periodos Sensitivos, igualmente irrepetibles; pero, en nosotros, se dan unos fenómenos diferenciales específicos que nos liberan de todo tipo de determinismo. Las personas somos seres trascendentales, y tenemos voluntad. Eso significa que somos seres libres y responsables, capaces de entender y razonar, lo que nos hace totalmente diferentes al resto de los animales.

Gracias a nuestra voluntad somos capaces de dominar, si así lo queremos, nuestros propios Periodos Sensitivos. Podemos negarnos a llevar a cabo la acción prevista cuando nos corresponde y podemos, también, realizar esa misma actividad una vez que el Periodo Sensitivo correspondiente haya transcurrido, aunque ello supone aplicar una fuerza de voluntad muy superior y mayor trabajo, sin alcanzar la misma perfección en los resultados.

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Para profundizar en este apasionante tema y aprender sobre otros muchos igualmente interesantes, recomiendo encarecidamente la lectura de "Educar Hoy", de Fernando Corominas, y el resto de los títulos pertenecientes a la colección "Hacer Familia", en los que autores de reconocido prestigio como Fernando Corominas, Alfonso Aguiló o Pablo Garrido analizan cuestiones como educar el carácter, educar en valores, educar la conciencia o cómo prevenir el consumo de drogas. Esta es la web en la que encontraréis todos los títulos. Inprescindible visitarla.

En este vídeo y los que encontraréis en vídeos relacionados, este autor realiza una exposición de lo que aquí estamos hablando:

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