Leo hace poco que el año que viene se estrenará en España el documental "Babies". Dirigido por Thomas Balmes, se estrenó en EEUU el pasado mes de abril y ha tenido una enorme repercusión. La crítica ha elogiado de él su capacidad para construir una historia con sentido basada fundamentalmente en balbuceos y gorgoritos, así como la calidad de la fotografía y la banda sonora.
Apenas hay diálogos, narración en off, datos... De lo que se trata es de observar durante un año el crecimiento y la evolución de cuatro niños nacidos en diversos lugares del mundo: Mongolia, Namibia, Japón y California, para intentar averiguar en qué medida el entorno en el que se desarrollan determina su carácter.
Aunque estoy en ello, todavía no he tenido ocasión de verlo, pero según parece resulta toda una delicia. Aquí va una muestra:
Canal Plus estrenó el pasado 6 de mayo “Solos entre cuatro paredes”, un impactante largometraje documental dirigido por la soviética Alexandra Westmeier, que fue finalista del Gran premio del Jurado en Sundance 2008 y Premio Canal+ en la pasada edición del Festival Internacional Miradas Doc. La películ, que ha recibido hasta ahora más de 13 premios nacionales e internacionales y ha sido proyectada en más de 70 festivales de cine en los cinco continentes, será redifundida por este canal el próximo 31 de mayo y recomiendo hacerle un hueco en tu apretada agenda, ya que mueve a reflexiones muy interesantes.
“Solos entre cuatro paredes” muestra la vida de un grupo de adolescentes recluidos en un correccional ruso que cumplen condena por delitos muy diversos, desde el robo hasta la violación o el homicidio, y que están sometidos a una disciplina férrea. A través del trabajo la institución penitenciaria busca su reinserción social.
El documental, que estará disponible también en Alta Definición en Canal+ HD, ofrece los testimonios de varios de los protagonistas y muestra, además, a sus familias y el contexto en el que han crecido y al que han de volver una vez cumplida su condena. Todos tienen en común una infancia rota, un futuro con pocas esperanzas y un tatuaje en el que un punto aparece rodeado de otros cuatro equidistantes que simboliza su soledad entre rejas.
La gente ve en ellos únicamente a criminales, y se olvida de que son niños. Niños que nunca tuvieron infancia. Algunos de los chicos que encontramos en este documental fueron ladrones, o asesinos, pero la cineasta Alexandra Westmeier nos deja pasar con ellos un tiempo suficiente como para ver más allá del “hombre duro” y dejar aflorar al muchacho asustado que cada uno esconde. La película proporciona además una mirada sobre sus vidas en casa, de manera que comenzamos a comprender que, para estos niños, la prisión es a menudo un lugar más fácil para vivir.
Existen momentos en los que resulta más fácil y natural educar ciertos hábitos, ya que los niños se encuentran especialmente predispuestos. Educar conociendo estos datos y potenciándolos se llama Educación Temprana: actuar en el mejor momento. Esos momentos son, precisamente, los Periodos Sensitivos del desarrollo.
Los Periodos Sensitivos suceden una sola vez en la vida y desaparecen con la edad adulta, es decir, alrededor de los veinte años en los seres humanos. Su duración es muy variable y no se adaptan a una regla fija. Pueden durar unos meses (“el afán por andar”), hasta más de diez años (“el placer de repetir”), pero la intensidad no es constante.
Los animales irracionales viven Periodos Sensitivos de forma automática, no pueden oponerse a ellos ni modificarlos. En las personas es la voluntad la única que puede anular su efecto o modificarlo.
El aprendizaje favorecido por los periodos sensitivos queda reflejado en hábitos que más tarde, si tienden al bien y son queridos por la voluntad, se convertirán en virtudes. De aquí se deduce la conveniencia de orientar los Periodos Sensitivos hacia la adquisición de hábitos positivos durante los primeros años, como medio de cimentar los principios de las virtudes humanas.
Las personas, igual que los animales, también tenemos Periodos Sensitivos, igualmente irrepetibles; pero, en nosotros, se dan unos fenómenos diferenciales específicos que nos liberan de todo tipo de determinismo. Las personas somos seres trascendentales, y tenemos voluntad. Eso significa que somos seres libres y responsables, capaces de entender y razonar, lo que nos hace totalmente diferentes al resto de los animales.
Gracias a nuestra voluntad somos capaces de dominar, si así lo queremos, nuestros propios Periodos Sensitivos. Podemos negarnos a llevar a cabo la acción prevista cuando nos corresponde y podemos, también, realizar esa misma actividad una vez que el Periodo Sensitivo correspondiente haya transcurrido, aunque ello supone aplicar una fuerza de voluntad muy superior y mayor trabajo, sin alcanzar la misma perfección en los resultados.
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Para profundizar en este apasionante tema y aprender sobre otros muchos igualmente interesantes, recomiendo encarecidamente la lectura de "Educar Hoy", de Fernando Corominas, y el resto de los títulos pertenecientes a la colección "Hacer Familia", en los que autores de reconocido prestigio como Fernando Corominas, Alfonso Aguiló o Pablo Garrido analizan cuestiones como educar el carácter, educar en valores, educar la conciencia o cómo prevenir el consumo de drogas. Esta es la web en la que encontraréis todos los títulos. Inprescindible visitarla.
En este vídeo y los que encontraréis en vídeos relacionados, este autor realiza una exposición de lo que aquí estamos hablando:
Los educadores de hoy tenemos una ventaja inmesa: son muchos los que nos precedieron en nuestra tarea y vasto el legado que nos dejaron basado en su experiencia, su estudio, sus éxitos y sus fracasos. Aquí os dejo unas cuantas de sus enseñanzas. Escúchalas, como si fueran ellos las que te las "soplan" al oído:
Educad a los niños y no será preciso castigar a los hombres.Pitágoras
Enseñar no debe parecerse a llenar una botella de agua, sino más bien a ayudar a crecer una flor a su manera.Noam Chomsky
El beso es un mordisco que aprendió educación.Doris Brand
Esa suave educación que llamamos indulgencia, destruye todo el vigor del alma y del cuerpo.Marco Fabio
Adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta.Aristóteles No evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas.Louis Pasteur
El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío.Horace Mann
Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás.Voltaire
La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.María Montessori
No deja de ser humillante para una persona de ingenio, saber que no hay tonto que no le pueda enseñar algo.Jean Baptiste Say A pesar de que ya soy mayor, sigo aprendiendo de mis discípulos.Marco Tulio Cicerón
Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo.Buda Podrían engendrarse hijos educados si lo estuvieran los padres.Goethe
Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él.Ralph Waldo Emerson
Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida.Lao Tsé ¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser fruto de la educación.Alejandro Dumas
Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes.Ortega y Gasset
El secreto de la educación es enseñar a la gente de tal manera que no se den cuenta de que están aprendiendo hasta que es demasiado tarde.Harold Edgerton
La tarea del educador moderno no es podar las selvas, sino regar los desiertos.C.S. Lewis
La única educación eterna es esta: estar lo bastante seguro de una cosa para decírsela a un niño.Chesterton
Emilio Calatayud, juez de menores de Granada, se ha hecho famoso por sus sentencias ejemplares. Ejemplares porque, cuando le toca lidiar en la sala con pequeños maquiavelos o individuos peores, suele optar por medidas de educación, más que de castigo: patruyar durante 100 horas junto a un policía por conducir temerariamente, trabajar junto a los bomberos por haber quemado papeleras o ayudar en un hospital de tetraplégicos por conducir la moto sin seguro. A un joven hacker que había crackeado la seguirdad de varias empresas, le mandó impartir 100 horas de informática a un grupo de escolares.
De espíritu campechano y verbo demoledor, Calatayud, que además de juez es padre, ha hablado mucho sobre lo mal que educamos hoy en día. Mirad este vídeo:
Emilio Calatayud tiene una página en Facebook en la que le siguen más de 5.400 personas. No dejes de visitarla.